domingo, 24 de marzo de 2013

LAS RABIETAS O BERRINCHES INFANTILES



Con frecuencia como padres y madres, nos vemos de brazos cruzados cuando nuestros hijos pequeños comienzan a presentar rabietas, generalmente lo hacen en momentos cruciales en los cuales nos hacen pasar vergüenzas públicamente y nos encontramos sin saber cómo actuar. Por ello ofrezco a continuación algunas consideraciones que pueden servir de gran ayuda para el control de las rabietas.

ORIGEN DE LAS RABIETAS:
Aparecen cuando las emociones de ira o frustración sobrepasan la capacidad de control del niño o la niña.
En los niños pequeños hay conflictos entre el impulso por la autonomía y la dependencia, esto crea frustración y estrés emocional, a su corta edad carecen de argumentos suficientes para poder explicar qué siente o qué le está ocurriendo y la rabieta, rabia, berrinche o pataleta es una forma primitiva de desahogo y de drenar esas emociones que no tienen en ese momento una explicación.
Las expresiones pueden variar desde el llanto incontrolado, hasta lanzar cosas, tirarse al suelo, golpearse a sí mismo o a otros, gritar, la causa puede ser simple para nosotros los adultos, pero serias para el niño o la niña, van desde no complacerlos en un deseo o sentirse mal por algún malestar físico, a sentir el rechazo ante algún grupo de compañeros por no dejarlo participar en alguna actividad; se presentan con frecuencia alrededor de los dos a tres años de edad, si persisten mas allá de los 4 ò 5 años o si se tornan sumamente violentas y prolongadas, deben ser consultadas con un especialista, generalmente si se canalizan bien, suelen desaparecer al poco tiempo de comenzar.
Por lo tanto, cuando se trata de las rabietas expresadas como se mencionó anteriormente, podrían considerarse normales y parte esencial del desarrollo y crecimiento del niño, pero de parte de los adultos la reacción ante la misma, debe ser adecuada para evitar que se instalen en el repertorio comportamental del niño.

CAUSAS MAS FRECUENTES:

Obtener algún beneficio: el niño ya ha experimentado que al comportarse de esta forma, el entorno reacciona proporcionándole lo que desea, esto lo aprende rápidamente, basta con que sea complacido un par de veces para que siempre desee utilizar la misma estrategia.

Inconsistencia en los acuerdos de los padres: madres permisivas y padres controladores o viceversa, decisiones no acordadas en las que los padres reaccionan de formas antagónicas, suelen confundir las expresiones de los niños que al no saber cómo actuar pudieran presentar un berrinche o rabieta.

Imitación: Hogares violentos pueden criar hijos violentos, si las maneras de resolver los conflictos en el hogar es lanzando portazos u objetos, gritando, diciendo malas palabras o incluso utilizando violencia física, el niño imitará estas acciones en sus comportamientos y las incorporará a los mismos como algo usual.

Desarrollo de la personalidad: La genética juega un papel fundamental en las experiencias que se van desarrollando, el entorno también contribuye a desarrollar nuestro carácter, los niños van experimentando emociones, maneras de actuar, de explorar su entorno, de reaccionar ante distintas situaciones, esto puede causar en ocasiones conflictos ante las normativas que se tratan de imponer y desencadenar alguna rabieta.

Inseguridad, entorno inestable: El niño siente que no siempre las cosas funcionan de igual manera, hay cambios fuertes o desorganización en el entorno que le ocasiona inestabilidad emocional y esto es un blanco fácil de rabietas

Control inadecuado de las rabietas por parte de los adultos o personas en el entorno cercano del niño, dejarlas pasar por cansancio o desinterés, no poner freno a las mismas

Problemas de salud: malestar físico, dolor estomacal, dolor de oídos, quemaduras solares cuando van a la playa, dolor de dientes, cansancio, hambre, sed, aburrimiento.

Uso de medicamentos que pueden alterar la conducta: antihistamínicos, antibióticos)
Problemas de los padres o del entorno: discusiones en el hogar, depresión, descuido de la dinámica del hogar, delegar funciones en otros, fallas en la imposición de límites y normas dentro del hogar.

QUE HACER ANTE UNA RABIETA:

ANTES DE LA RABIETA:

Hay maneras de prevenir las rabietas, sobre todo si conocemos bien a nuestros hijos y sabemos qué cosas pueden desencadenarlas

Evitar situaciones en las que deba decirse “NO” con frecuencia, por ejemplo si le preocupa que tome objetos de vidrio de una mesa, procure quitarlos, colocarlos en un lugar menos accesible o restar importancia al hecho de que los manipule.

Ofrecer opciones para elegir, permite crear en el niño un criterio propio de decisión sin imponer lo que el adulto desea, por ejemplo: “quieres jugo de naranja o de manzana?, juegas con el carro o con el peluche?.....”

Tratar de mitigar las situaciones que pudieran ser causa de rabietas, por ejemplo el hambre, los deseos de ir al lavabo, la sed, el calor, el cansancio, los deseos de correr, etc

Descartar cualquier problema de salud o físico que pudiera ser causa de un control inadecuado de emociones.

Tener una rutina estructurada de situaciones, un ambiente predecible y no caótico y en caso de cambio avisar con tiempo, por ejemplo: “mañana vamos a la casa de la abuela. En cinco minutos vamos a dormir….”

DURANTE LA RABIETA:

Si ya la rabieta es inminente, procure desviar la atención hacia lo que está ocurriendo y alejarse del lugar

Es importante que si la rabieta es para obtener algún beneficio, mantenerse firme en la decisión de no otorgarlo, pero ignorar totalmente puede hacer que la rabieta aumente en intensidad, por lo tanto acompañe a su niño y permítale desahogarse manteniéndose a su lado, si se encuentra en un lugar seguro, puede alejarse unos pasos del mismo y continuar haciendo lo que estaba haciendo antes de comenzar la rabieta, sin aumentar el tono de voz, ni disgustarse, ni opinar acerca de la misma, si el niño se esta haciendo daño a sí mismo, trate de abrazarlo y acariciarlo, deje que llore pero dígale que usted no puede permitir que se haga daño porque el cuerpo hay que quererlo y respetarlo, de la misma manera puede actuar si intenta agredirle a usted, no debe permitirse que llegue a ese extremo, explique sin gritar y con la mayor calma posible que debemos respetarnos y refuerce el hecho con un abrazo.

Si está lanzando objetos o golpeando y existe la posibilidad de encontrar una almohada o un cojín donde pueda descargar esa energía, permítale hacerlo, trate de alejarlo del lugar donde están, si están en la casa retírese con el a otro espacio de la casa, si están en la calle, procure llevarlo a un sitio donde puedan estar solos, puede ser al vehículo o a un rincón del centro comercial por ejemplo.

Mientras dure el berrinche no intente hacerlo entrar en razón, pues no lo logrará en ese momento el razonamiento está bloqueado, acompáñelo y espere que se calme, piense en algo agradable y espere a su lado sin alterarse, es difícil pero no imposible….

DESPUÈS

Una vez que se haya calmado, puede ayudarlo a reflexionar sobre su comportamiento, por ejemplo preguntarle: “estabas enfadado cierto?” o “te molesta que se metan contigo, eso te hace enfadar”, luego explíquele con firmeza que no es la manera de actuar y puede indicarle algún modelo para que sepa como actuar, sin dar muchas vueltas al asunto. Al hablar con él, mírelo fijamente a los ojos, póngase a su altura y bríndele la seguridad afectiva que requiere.

Luego de esto réstele importancia a lo ocurrido, no lo mencione más ni lo comente con sus amistades, mucho menos delante de él, de ser posible indíquele una actividad para que la realice y pueda destacarse en ella favorablemente. 

Aunque el berrinche haya pasado, no debe darse aquello que lo originó, tampoco ofrecer recompensas o premios para que deje de hacerlo, esto reforzará la conducta inadecuada.

Si a pesar de todo lo anterior la rabieta persiste, puede apartarlo a un rincón o a la habitación tantos minutos como edad tenga el niño, sin hablarle e ignorando su conducta, si él sale del espacio seleccionado, se levanta en brazos con firmeza y se coloca nuevamente en el sitio hasta que pase el tiempo establecido. Al estar calmado demuéstrele afecto con caricias, abrazos y besos.

Cuando reaccione adecuadamente ante algún acontecimiento, mostrar agrado y resaltar con felicitación la conducta apropiada.

¿QUE NO DEBEMOS HACER?

1.    Ceder ante sus deseos

2.    Regañar, criticar u ofender mientras tiene la rabieta o posterior a la misma

3.    Castigarlo o golpearlo cuando presente la rabieta o posterior a la misma

4.    Perder el control

REFLEXIONA Y HAZLE SABER:

“Te quiero mucho, entiendo tu disgusto, te acompaño porque se que estás molesto, pero no puedes hacer rabietas, con ellas no lograras lo que deseas…..”

No hay comentarios:

Publicar un comentario